Si hoy miro atrás me arrepiento de lo que hice. Me arrepiento de no hacerme respetar y de no haber demostrado cuanto valía yo en verdad. Recuerdo lo vivido y dan ganas de volver al pasado para cambiar esas cosas que lastimaron, que dejaron muy marcada mi vida, y hoy me dificultan muchas cosas. Pero cuando aparece una nueva persona, una persona que te devuelve las esperanzas intentas cambiar todo el pasado. Y ahora sé que a pesar de mis errores debía hacerme respetar, debía demostrar cuanto valía y hacer entender que muchas veces, aunque uno no quiera las cosas salen mal, pero se puede perdonar siempre y cuando haya habido un limite. Hoy me hago respetar, me hago valorar. Hoy aprendí a amar de verdad porque así me lo enseñó él, mi compañero de viaje, de vida. Hoy reconozcos mis valores y los de él. Y gracias a eso soy feliz.